COMPARACIÓN DEL ESPESOR DE LOS TEJIDOS BLANDOS DEL
MENTÓN EN INDIVIDUOS CON DISTINTOS PATRONES ESQUELETALES
Comparison of the thickness of the soft tissues of the chin in individuals with
different skeletal patterns
Méndez Palomeque Jennifer Carola
1
, Lima Illescas Miriam Verónica
2
,
Jiménez Romero Magaly Noemí
3
, Llanes Serantes Maribel
4
1
Odontóloga, Universidad Católica de Cuenca, Cuenca-Ecuador.
2
Odontóloga, Especialista en Ortodoncia, Dr. C. Estomatológicas. Docente titular de la Facultad de Odontología
de la Universidad Católica de Cuenca, Matriz Cuenca-Ecuador.
3
Odontóloga, Especialista en Ortodoncia. Docente titular de la Facultad de Odontología
de la Universidad Católica de Cuenca, Matriz Cuenca-Ecuador.
4
Dra. en Estomatología. Especialista de segundo grado en Ortodoncia. Docente titular de la Facultad de Odontología
de la Universidad Católica de Cuenca, Matriz Cuenca-Ecuador.
RESUMEN
Objetivo: Comparar el espesor de los tejidos blandos del mentón en individuos con distintos patrones esqueletales. Materiales
y métodos: Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un enfoque correlacional que incluyó120 radiografías cefáli-
cas, trazadas en el software AutoCAD 2020 de un centro radiológico de la ciudad de Cuenca. De acuerdo al patrón esqueletal
se dividió en: Clase I, Clase II y Clase III, y el grosor de los tejidos blandos del mentón se midió a nivel de Pogonion, Gnation
y Menton. Para el cálculo de la media y desviación estándar se realizó estadística descriptiva, además análisis de la varianza
entre el patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón, con un nivel de confiabilidad del 95% (p<0,05). Resul-
tados: La media del espesor de Pogonion fue de 12,62±2,12 mm.; Gnation 10,21±2,35 mm.; y Menton 8,21±2,50mm. Al
comparar el grosor de los tejidos blandos del mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no estadísticamente
significativas, sin embargo, a nivel de Gnation y Pogonion se muestra que el espesor va aumentando gradualmente en las
diferentes clases esqueletales; de acuerdo al sexo, en los hombres es mayor el espesor de los tejidos blandos del mentón en
relación a las mujeres. Conclusiones: La población estudiada mostraron diferencias, pero no fueron estadísticamente significa-
tivas tanto en el sexo como en la clase esqueletal, de acuerdo con el grosor de los tejidos blandos del mentón.
Palabras clave: Cefalometría, Mentón, Maloclusión.
ABSTRACT
Aim: To compare the soft tissue thickness of the chin in individuals with different skeletal patterns. Methods: A quantitative,
observational study was carried out with a correlational approach that included 120 cephalic radiographs, traced in AutoCAD
2020 software from a radiological center in the city of Cuenca. According to the skeletal pattern, it was divided into: Class I,
Class II and Class III, and the thickness of the soft tissues of the chin was measured at the level of Pogonion, Gnation and
Menton. Descriptive statistics were performed to calculate the mean and standard deviation, as well as an analysis of the variance
between the skeletal pattern and the thickness of the soft tissues of the chin, with a confidence level of 95% (p <0.05). Results:
The mean Pogonion thickness was 12.62 ± 2.12 mm; Gnation 10.21 ± 2.35 mm; and Menton 8.21 ± 2.50mm. When comparing
the thickness of the soft tissues of the chin according to the skeletal pattern, there are differences, but not statistically significant,
however, at the level of Gnation and Pogonion it is shown that the thickness gradually increases in the different skeletal classes;
According to sex, in men the thickness of the soft tissues of the chin is greater in relation to women. Conclusions: The studied
population showed differences, but they were not statistically significant in both sex and skeletal class, according to the thickness
of the soft tissues of the chin.
Key words: Cephalometry, Chin, Malocclusión
Artículo de Revisión. Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, pp. , Enero-Abril, 2022.
ISSN 2588-0624. ISSN Elect. 258802624. Universidad Católica de Cuenca
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
23-28
1. Introducción
El rostro es la parte más distintiva y perceptible del ser
humano que está relacionado directamente con la memoria
siendo nuestro primer recuerdo la imagen del rostro de la
otra persona. La apariencia facial juega un papel crucial en
la sociedad debido a que presenta un significado muy
importante para la comunicación interpersonal y las
relaciones sociales.
1-4
La estética facial estudia la belleza del rostro del ser
humano desde los comienzos de la civilización en el año 4
A.C por los griegos, italianos, egipcios y romanos, donde
se consideraba que un individuo perfecto, es el que posee
características faciales extraordinarias.
5-6
El perfil facial está definido por el grosor de los tejidos
blandos, características dentales y esqueléticas. Habitual-
mente se considera que los contornos faciales son conse-
cuencia de la posición de los tejidos duros seguido del
tejido blando, pero en la actualidad se muestra un cambio
en el análisis de los músculos, grasa subcutánea y piel, que
pueden desarrollarse proporcional y desproporcionalmente
en relación con las estructuras esqueléticas, los mismos que
son muy variables tanto en grosor, longitud, tensión tisular
y que van a afectar a la estética facial.
1,7
Se define a las maloclusiones esqueletales como las
discrepancias de las estructuras esqueléticas del rostro
debido a factores genéticos, ambientales o ambos y pueden
manifestarse como prognatismo mandibular, retrognatismo
maxilar o una combinación de ambas, clasificándolas en:
Clase I, Clase II y Clase III esqueletal.
3,8
La maloclusión de
clase II división 1 puede expresarse en los tejidos blandos
con hipotonía del labio superior o una hiperactividad del
labio inferior.
9
Jabbar et al.
9
, comparan el espesor del mentón en varias
maloclusiones esqueletales en la población de Pakistán
obteniendo como resultado una correlación significativa
entre el grosor de los tejidos blandos de Pogonion y
Gnation. Gómez et al.
10
, en el estudio efectuado en España
obtuvieron un mayor grosor de los tejidos blandos en
pacientes con Clase III, no existen reportes de estudio
similares en la población ecuatoriana, por todo lo mencio-
nado anteriormente, el objetivo de este estudio fue compa-
rar el espesor de los tejidos blandos del mentón en indivi-
duos con distintos patrones esqueletales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un
enfoque correlacional y de corte transversal retrospectivo,
en radiografías cefálicas laterales del cráneo de individuos
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
24 Méndez, Jennifer y cols.
entre 18 a 45 años de edad, de un centro radiográfico de la
ciudad de Cuenca tomadas en el periodo 2019, se empleó el
equipo panorámico Newton (Giano) en posición natural de
la cabeza, previo a la ejecución la investigación fue aproba-
do por el Comité de Ética de la Universidad Católica de
Cuenca.
En la determinación del tamaño de la muestra se usó un
nivel de seguridad del 95%, una precisión del 1% y una
desviación estándar de 3 mm, constituyendo tres grupos de
35 sujetos cada uno, esta muestra fue ajustada a pérdida de
información, determinado en una muestra final de 40 radio-
grafías por cada patrón esqueletal, con una muestra total de
120 individuos. Se analizaron 160 radiografías usando una
pantalla de 13,3 pulgadas que cumplieron los criterios de
selección a través del software AutoCAD 2020, para identi-
ficar a los individuos dentro de cada grupo, la selección de
la muestra se utilizó un muestreo aleatorio simple.
Los criterios de inclusión del estudio fueron radiogra-
fías cefálicas laterales nítidas de sujetos de 18 a 45 años de
edad tomadas en el mismo centro radiográfico en posición
natural de la cabeza, radiografías de ambos sexos que
presenten todos los dientes permanentes a excepción de los
terceros molares. Los criterios de exclusión del estudio
fueron radiografías cefálicas laterales de individuos con
tratamiento de ortodoncia o cirugía ortognática, con
presencia de anomalías craneofaciales, lesión o traumatis-
mo en el hueso basal maxilar y mandibular y contorno no
continuo de los tejidos blandos del mentón.
Una vez seleccionadas las radiografías, el examinador
fue entrenado por el clínico especialista durante 15 días,
posteriormente se llevó a cabo la identificación de puntos
óseos y blandos en el mentón y se ejecutaron 20 trazados
cefalométricos durante el día, con el fin de evitar fatiga
ocular.
Los datos recopilados fueron: número de registro, sexo,
edad, clase esqueletal y grosor del tejido blando del
mentón. La clase esqueletal se determinó por el ángulo
ANB, formado por dos planos: la línea que une los puntos
Nasion (N) y Subespinal (Punto A) y el plano que une los
puntos Nasion (N) y Supramental (Punto B), en relación al
ángulo formado se dividió en 3 grupos: Clase I de 1o a 4o,
Clase II > 5o y Clase III ≤0o. El grosor del tejido blando del
mentón se midió en 3 niveles, la distancia entre Pogonion
óseo (Pog) hasta Pogonion del tejido blando (Pog’) en
proyección horizontal, Gnation óseo (Gn) hasta Gnation
del tejido blando (Gn’) en dirección oblicua y Menton óseo
(Me) hasta Menton del tejido blando (Me’) en dirección
vertical, como se observa en la figura 1. Para precisar la
confiablidad intraobservador, el investigador repitió las
mediciones cefalométricas en 24 radiografías selecciona-
das al azar correspondiendo al 20% de la muestra.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El coeficiente de correlación intraclase se usó para evaluar la
confiabilidad intraobservador. Se aplicó estadística descriptiva
para el cálculo de la media y desviación estándar de las variables
tales como edad y espesor de tejidos blandos del mentón. Se
utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía entre el
patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón,
así como también la prueba U de Mann-Whitney para comparar
el espesor de los tejidos blandos en cada grupo esqueletal de
acuerdo con el sexo y la edad. Se aplico el coeficiente de Pearson
para determinar la posible correlación entre el espesor de los
tejidos blandos del mentón y el patrón esqueletal. El nivel de
significancia se estableció p<0,05. El procesamiento de la
información, así como los gráficos se ejecutaron utilizando el
software SPSS (Statistical Package for the Social Sciences)
versión 25.0 y la edición de las tablas se realizó en Microsoft
Excel, 2013.
RESULTADOS
El estudio incluyó 120 radiografías cefálicas laterales, de los
cuales el 38% (n=46) fueron hombres y 62% (n=74) fueron
mujeres con un rango de 18 a 45 años de edad que cumplieron
con los criterios de selección.
El promedio de edad fue 25,12 ±6,66 y no se encontró diferencia
estadísticamente significativa en relación con el patrón esquele-
tal (p=0,771); al igual que en el sexo no hubo diferencias signifi-
cativas, se especifica en la tabla 1.
La media del espesor de Pog fue de 12,62±2,12 mm., a nivel de
Gn fue 10,21±2,35 mm., y a nivel de Me la media fue de
8,21±2,50mm. Al comparar el grosor de los tejidos blandos del
mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no
estadísticamente significativas como se detalla en la tabla 2. Sin
embargo, a nivel de Gn y Pog se muestra que el espesor va
aumentando entre los grupos siendo menor en clase I, continua
en la Clase II y con mayor espesor para la Clase III.
contrario, este promedio es mayor en Clase I y va disminuyendo
hasta la Clase III. Esto puede deberse a las diferencias existentes
en el contorno del mentón entre hombres y mujeres, ya que en
esta región del perfil facial se ponen de manifiesto los caracteres
sexuales secundarios, la información se detalla en la tabla 3.
El coeficiente de correlación intraclase para las mediciones
repetidas intraexaminador fue alto (r=0,912) para todas las
mediciones.
La media de los tejidos blandos del mentón en las
diferentes clases esqueletales de acuerdo con el sexo se
encontraron diferencias pero no estadísticamente significa-
tivas, sin embargo, en los hombres muestra mayor grosor
de tejidos blandos del mentón para el patrón Clase III
esqueletal, en comparación con las mujeres fue mayor en
Clase II esqueletal, únicamente en el espesor de Pog y Me;
concordando con el estudio realizado por Jabbar et al.
9
,en
donde señala que los hombres presentan mayor grosor de
tejido blando del menton en clase III esqueletal.
Varios estudios realizados por Perović et al.1, Shinde et
al.
2
, Navaneethan et al.
3
, Jazmati et al.
15
, al evaluar el
grosor de los tejidos blandos del mentón según el sexo en
diferentes poblaciones encontraron que el grosor de Me es
mayor en hombres que en mujeres debido a que general-
mente, la piel de la mujer carece de colágeno por lo que el
estrógeno acelera la producción de ácido hialurónico
provocando una reducción en el espesor del tejido blando,
mientras que en los hombres la testosterona facilita la
producción de colágeno causando que el tejido blando sea
más grueso, concordando los resultado con la presente
investigación. Contradictorio a estos estudios, Tiwari et
al.
16
, encontró que el grosor de los tejidos blandos a nivel
de Me aumentó significativamente en las mujeres en
comparación con los hombres.
Es importante entender que es difícil realizar una
comparación de nuestros hallazgos con otros estudios, ya
que existe poca información sobre este tema, además los
resultados encontrados por otros autores podrían deberse a
las diferencias raciales y debido a que mientras aumenta el
índice de masa corporal (IMC) de cada individuo este va a
influenciar en el grosor del tejido blando de la cara tanto
para hombres como para mujeres.
3,17,18
Dentro de las limitaciones encontradas fue que el traza-
do se realizó mediante el programa de diseño AutoCAD
utilizado por ingenieros y arquitectos para diseños en 2D y
3D, pero estudios muestran que la utilización de este
software es confiable en comparación a otros programas de
trazados cefalométricos, y se recomienda aumentar el
tamaño de muestra para investigaciones similares. 19
CONCLUSIONES
Se concluye que la población estudiada mostró diferen-
cias, pero no fueron estadísticamente significativas tanto en
el sexo, y la clase esqueletal de acuerdo con el grosor de los
tejidos blandos del mentón. Por lo tanto, se recomienda que
en estudios futuros se realice con un mayor número de
individuos e incluir variables como el IMC.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflicto de intereses.
Financiamiento: autofinanciado
Contribuciones de los autores: Méndez Jennifer en la
ejecución, análisis de los resultados, redacción del artículo;
Lima Miriam en la concepción del estudio, análisis e
interpretación de resultados, redacción del artículo;
Jiménez Magaly y Llanes Maribel en la redacción final del
artículo
Correspondencia:
Jennifer Carola Méndez Palomeque
Correo electrónico: jennifer.mendezp27@gmail.com
Cuenca, Ecuador
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bility_of_AutoCAD_program_in_cephalometric_analy
sis_in_comparison_with_preprogrammed_cephalometr
ic_analysis_software
Recibido: 02 Agosto 2021
Aceptado: 11 Diciembre 2021
Las medias del espesor del mentón tanto en hombres como
en mujeres muestran diferencias, pero no fueron estadísticamen-
te significativas; se observó que la medida promedio del espesor
del tejido blando a nivel de Gn aumentóó en los hombres desde
la Clase I hasta la Clase III, mientras que en mujeres sucede lo
DISCUSIÓN
El total de participantes fueron 120 radiografías cefáli-
cas laterales del cráneo que cumplieron con los criterios de
selección. El interés de este estudio fue conocer la influen-
cia de la relación maxilomandibular en sentido sagital con
el grosor de los tejidos blandos del mentón. Los diferentes
grupos étnicos van a presentar un grosor variable de los
tejidos blandos del mentón entre varios puntos antropológi-
cos de referencia debido a que el grosor del tejido facial de
una población no se puede aplicar a otra población, por esta
razón es importante determinar el espesor de los tejidos
blandos para cada población.
11
De acuerdo con la edad no se encontró diferencia
estadísticamente significativa tanto para mujeres como
para hombres, concordando con estudios realizados por
Ajwa et al.4, y Manasa et al.
12
, debido a que en los niños se
produce un aumento progresivo del grosor de los tejidos
blandos de mentón y termina su crecimiento alrededor de
los 18 años manteniéndose estable hasta los 40 años.
En cuanto al grosor de los tejidos blandos del mentón de
acuerdo con la clase esqueletal no se encontraron diferen-
cias estadísticamente significativas concordando con los
estudios realizados por Asif et al.
13
, Gómez et al.10, y
Kamak et al.
14
, los individuos participantes presentaron
mayor grosor de tejido blando en Clase III que los pacientes
de Clase II y Clase I a nivel de Pog y Gn, sin embargo no
obtuvieron valores de significancia; discrepando con el
estudio realizado por Navaneethan et al.
3
, donde mostraron
que el grosor del tejido blando del mentón a nivel de Pog es
mayor en Clase esqueletal II seguido de Clase I y Clase III.
1. Introducción
El rostro es la parte más distintiva y perceptible del ser
humano que está relacionado directamente con la memoria
siendo nuestro primer recuerdo la imagen del rostro de la
otra persona. La apariencia facial juega un papel crucial en
la sociedad debido a que presenta un significado muy
importante para la comunicación interpersonal y las
relaciones sociales.
1-4
La estética facial estudia la belleza del rostro del ser
humano desde los comienzos de la civilización en el año 4
A.C por los griegos, italianos, egipcios y romanos, donde
se consideraba que un individuo perfecto, es el que posee
características faciales extraordinarias.
5-6
El perfil facial está definido por el grosor de los tejidos
blandos, características dentales y esqueléticas. Habitual-
mente se considera que los contornos faciales son conse-
cuencia de la posición de los tejidos duros seguido del
tejido blando, pero en la actualidad se muestra un cambio
en el análisis de los músculos, grasa subcutánea y piel, que
pueden desarrollarse proporcional y desproporcionalmente
en relación con las estructuras esqueléticas, los mismos que
son muy variables tanto en grosor, longitud, tensión tisular
y que van a afectar a la estética facial.
1,7
Se define a las maloclusiones esqueletales como las
discrepancias de las estructuras esqueléticas del rostro
debido a factores genéticos, ambientales o ambos y pueden
manifestarse como prognatismo mandibular, retrognatismo
maxilar o una combinación de ambas, clasificándolas en:
Clase I, Clase II y Clase III esqueletal.
3,8
La maloclusión de
clase II división 1 puede expresarse en los tejidos blandos
con hipotonía del labio superior o una hiperactividad del
labio inferior.
9
Jabbar et al.
9
, comparan el espesor del mentón en varias
maloclusiones esqueletales en la población de Pakistán
obteniendo como resultado una correlación significativa
entre el grosor de los tejidos blandos de Pogonion y
Gnation. Gómez et al.
10
, en el estudio efectuado en España
obtuvieron un mayor grosor de los tejidos blandos en
pacientes con Clase III, no existen reportes de estudio
similares en la población ecuatoriana, por todo lo mencio-
nado anteriormente, el objetivo de este estudio fue compa-
rar el espesor de los tejidos blandos del mentón en indivi-
duos con distintos patrones esqueletales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un
enfoque correlacional y de corte transversal retrospectivo,
en radiografías cefálicas laterales del cráneo de individuos
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
Comparación del espesor de los tejidos blandos 25
entre 18 a 45 años de edad, de un centro radiográfico de la
ciudad de Cuenca tomadas en el periodo 2019, se empleó el
equipo panorámico Newton (Giano) en posición natural de
la cabeza, previo a la ejecución la investigación fue aproba-
do por el Comité de Ética de la Universidad Católica de
Cuenca.
En la determinación del tamaño de la muestra se usó un
nivel de seguridad del 95%, una precisión del 1% y una
desviación estándar de 3 mm, constituyendo tres grupos de
35 sujetos cada uno, esta muestra fue ajustada a pérdida de
información, determinado en una muestra final de 40 radio-
grafías por cada patrón esqueletal, con una muestra total de
120 individuos. Se analizaron 160 radiografías usando una
pantalla de 13,3 pulgadas que cumplieron los criterios de
selección a través del software AutoCAD 2020, para identi-
ficar a los individuos dentro de cada grupo, la selección de
la muestra se utilizó un muestreo aleatorio simple.
Los criterios de inclusión del estudio fueron radiogra-
fías cefálicas laterales nítidas de sujetos de 18 a 45 años de
edad tomadas en el mismo centro radiográfico en posición
natural de la cabeza, radiografías de ambos sexos que
presenten todos los dientes permanentes a excepción de los
terceros molares. Los criterios de exclusión del estudio
fueron radiografías cefálicas laterales de individuos con
tratamiento de ortodoncia o cirugía ortognática, con
presencia de anomalías craneofaciales, lesión o traumatis-
mo en el hueso basal maxilar y mandibular y contorno no
continuo de los tejidos blandos del mentón.
Una vez seleccionadas las radiografías, el examinador
fue entrenado por el clínico especialista durante 15 días,
posteriormente se llevó a cabo la identificación de puntos
óseos y blandos en el mentón y se ejecutaron 20 trazados
cefalométricos durante el día, con el fin de evitar fatiga
ocular.
Los datos recopilados fueron: número de registro, sexo,
edad, clase esqueletal y grosor del tejido blando del
mentón. La clase esqueletal se determinó por el ángulo
ANB, formado por dos planos: la línea que une los puntos
Nasion (N) y Subespinal (Punto A) y el plano que une los
puntos Nasion (N) y Supramental (Punto B), en relación al
ángulo formado se dividió en 3 grupos: Clase I de 1o a 4o,
Clase II > 5o y Clase III ≤0o. El grosor del tejido blando del
mentón se midió en 3 niveles, la distancia entre Pogonion
óseo (Pog) hasta Pogonion del tejido blando (Pog’) en
proyección horizontal, Gnation óseo (Gn) hasta Gnation
del tejido blando (Gn’) en dirección oblicua y Menton óseo
(Me) hasta Menton del tejido blando (Me’) en dirección
vertical, como se observa en la figura 1. Para precisar la
confiablidad intraobservador, el investigador repitió las
mediciones cefalométricas en 24 radiografías selecciona-
das al azar correspondiendo al 20% de la muestra.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El coeficiente de correlación intraclase se usó para evaluar la
confiabilidad intraobservador. Se aplicó estadística descriptiva
para el cálculo de la media y desviación estándar de las variables
tales como edad y espesor de tejidos blandos del mentón. Se
utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía entre el
patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón,
así como también la prueba U de Mann-Whitney para comparar
el espesor de los tejidos blandos en cada grupo esqueletal de
acuerdo con el sexo y la edad. Se aplico el coeficiente de Pearson
para determinar la posible correlación entre el espesor de los
tejidos blandos del mentón y el patrón esqueletal. El nivel de
significancia se estableció p<0,05. El procesamiento de la
información, así como los gráficos se ejecutaron utilizando el
software SPSS (Statistical Package for the Social Sciences)
versión 25.0 y la edición de las tablas se realizó en Microsoft
Excel, 2013.
RESULTADOS
El estudio incluyó 120 radiografías cefálicas laterales, de los
cuales el 38% (n=46) fueron hombres y 62% (n=74) fueron
mujeres con un rango de 18 a 45 años de edad que cumplieron
con los criterios de selección.
El promedio de edad fue 25,12 ±6,66 y no se encontró diferencia
estadísticamente significativa en relación con el patrón esquele-
tal (p=0,771); al igual que en el sexo no hubo diferencias signifi-
cativas, se especifica en la tabla 1.
La media del espesor de Pog fue de 12,62±2,12 mm., a nivel de
Gn fue 10,21±2,35 mm., y a nivel de Me la media fue de
8,21±2,50mm. Al comparar el grosor de los tejidos blandos del
mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no
estadísticamente significativas como se detalla en la tabla 2. Sin
embargo, a nivel de Gn y Pog se muestra que el espesor va
aumentando entre los grupos siendo menor en clase I, continua
en la Clase II y con mayor espesor para la Clase III.
contrario, este promedio es mayor en Clase I y va disminuyendo
hasta la Clase III. Esto puede deberse a las diferencias existentes
en el contorno del mentón entre hombres y mujeres, ya que en
esta región del perfil facial se ponen de manifiesto los caracteres
sexuales secundarios, la información se detalla en la tabla 3.
El coeficiente de correlación intraclase para las mediciones
repetidas intraexaminador fue alto (r=0,912) para todas las
mediciones.
La media de los tejidos blandos del mentón en las
diferentes clases esqueletales de acuerdo con el sexo se
encontraron diferencias pero no estadísticamente significa-
tivas, sin embargo, en los hombres muestra mayor grosor
de tejidos blandos del mentón para el patrón Clase III
esqueletal, en comparación con las mujeres fue mayor en
Clase II esqueletal, únicamente en el espesor de Pog y Me;
concordando con el estudio realizado por Jabbar et al.
9
,en
donde señala que los hombres presentan mayor grosor de
tejido blando del menton en clase III esqueletal.
Varios estudios realizados por Perović et al.1, Shinde et
al.
2
, Navaneethan et al.
3
, Jazmati et al.
15
, al evaluar el
grosor de los tejidos blandos del mentón según el sexo en
diferentes poblaciones encontraron que el grosor de Me es
mayor en hombres que en mujeres debido a que general-
mente, la piel de la mujer carece de colágeno por lo que el
estrógeno acelera la producción de ácido hialurónico
provocando una reducción en el espesor del tejido blando,
mientras que en los hombres la testosterona facilita la
producción de colágeno causando que el tejido blando sea
más grueso, concordando los resultado con la presente
investigación. Contradictorio a estos estudios, Tiwari et
al.
16
, encontró que el grosor de los tejidos blandos a nivel
de Me aumentó significativamente en las mujeres en
comparación con los hombres.
Es importante entender que es difícil realizar una
comparación de nuestros hallazgos con otros estudios, ya
que existe poca información sobre este tema, además los
resultados encontrados por otros autores podrían deberse a
las diferencias raciales y debido a que mientras aumenta el
índice de masa corporal (IMC) de cada individuo este va a
influenciar en el grosor del tejido blando de la cara tanto
para hombres como para mujeres.
3,17,18
Dentro de las limitaciones encontradas fue que el traza-
do se realizó mediante el programa de diseño AutoCAD
utilizado por ingenieros y arquitectos para diseños en 2D y
3D, pero estudios muestran que la utilización de este
software es confiable en comparación a otros programas de
trazados cefalométricos, y se recomienda aumentar el
tamaño de muestra para investigaciones similares. 19
CONCLUSIONES
Se concluye que la población estudiada mostró diferen-
cias, pero no fueron estadísticamente significativas tanto en
el sexo, y la clase esqueletal de acuerdo con el grosor de los
tejidos blandos del mentón. Por lo tanto, se recomienda que
en estudios futuros se realice con un mayor número de
individuos e incluir variables como el IMC.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflicto de intereses.
Financiamiento: autofinanciado
Contribuciones de los autores: Méndez Jennifer en la
ejecución, análisis de los resultados, redacción del artículo;
Lima Miriam en la concepción del estudio, análisis e
interpretación de resultados, redacción del artículo;
Jiménez Magaly y Llanes Maribel en la redacción final del
artículo
Correspondencia:
Jennifer Carola Méndez Palomeque
Correo electrónico: jennifer.mendezp27@gmail.com
Cuenca, Ecuador
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facial soft tissue thickness in different orthodontic
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chgate.net/publication/303401015_The_relia-
bility_of_AutoCAD_program_in_cephalometric_analy
sis_in_comparison_with_preprogrammed_cephalometr
ic_analysis_software
Recibido: 02 Agosto 2021
Aceptado: 11 Diciembre 2021
Figura 4. A: se midió el ángulo ANB formado por los planos N-A y N-B. B: se trazó el grosor de los tejidos blandos del Mentón desde Pogonion óseo hasta
Pogonion blando en dirección horizontal (Pog-Pog’), la distancia de Gnation óseo a Gnation blando en dirección oblicua (Gn-Gn’)
y la distancia de Mentón óseo a Mentón blando en dirección vertical (Me-Me’).
Las medias del espesor del mentón tanto en hombres como
en mujeres muestran diferencias, pero no fueron estadísticamen-
te significativas; se observó que la medida promedio del espesor
del tejido blando a nivel de Gn aumentóó en los hombres desde
la Clase I hasta la Clase III, mientras que en mujeres sucede lo
Tabla 1. Medidas descriptivas de acuerdo a la edad
ANOVA: Análisis de la varianza;* p<0,05
Tabla 2. Medias del espesor del mentón de acuerdo al patrón esqueletal
ANOVA: Análisis de la varianza; * p<0,05
DISCUSIÓN
El total de participantes fueron 120 radiografías cefáli-
cas laterales del cráneo que cumplieron con los criterios de
selección. El interés de este estudio fue conocer la influen-
cia de la relación maxilomandibular en sentido sagital con
el grosor de los tejidos blandos del mentón. Los diferentes
grupos étnicos van a presentar un grosor variable de los
tejidos blandos del mentón entre varios puntos antropológi-
cos de referencia debido a que el grosor del tejido facial de
una población no se puede aplicar a otra población, por esta
razón es importante determinar el espesor de los tejidos
blandos para cada población.
11
De acuerdo con la edad no se encontró diferencia
estadísticamente significativa tanto para mujeres como
para hombres, concordando con estudios realizados por
Ajwa et al.4, y Manasa et al.
12
, debido a que en los niños se
produce un aumento progresivo del grosor de los tejidos
blandos de mentón y termina su crecimiento alrededor de
los 18 años manteniéndose estable hasta los 40 años.
En cuanto al grosor de los tejidos blandos del mentón de
acuerdo con la clase esqueletal no se encontraron diferen-
cias estadísticamente significativas concordando con los
estudios realizados por Asif et al.
13
, Gómez et al.10, y
Kamak et al.
14
, los individuos participantes presentaron
mayor grosor de tejido blando en Clase III que los pacientes
de Clase II y Clase I a nivel de Pog y Gn, sin embargo no
obtuvieron valores de significancia; discrepando con el
estudio realizado por Navaneethan et al.
3
, donde mostraron
que el grosor del tejido blando del mentón a nivel de Pog es
mayor en Clase esqueletal II seguido de Clase I y Clase III.
1. Introducción
El rostro es la parte más distintiva y perceptible del ser
humano que está relacionado directamente con la memoria
siendo nuestro primer recuerdo la imagen del rostro de la
otra persona. La apariencia facial juega un papel crucial en
la sociedad debido a que presenta un significado muy
importante para la comunicación interpersonal y las
relaciones sociales.
1-4
La estética facial estudia la belleza del rostro del ser
humano desde los comienzos de la civilización en el año 4
A.C por los griegos, italianos, egipcios y romanos, donde
se consideraba que un individuo perfecto, es el que posee
características faciales extraordinarias.
5-6
El perfil facial está definido por el grosor de los tejidos
blandos, características dentales y esqueléticas. Habitual-
mente se considera que los contornos faciales son conse-
cuencia de la posición de los tejidos duros seguido del
tejido blando, pero en la actualidad se muestra un cambio
en el análisis de los músculos, grasa subcutánea y piel, que
pueden desarrollarse proporcional y desproporcionalmente
en relación con las estructuras esqueléticas, los mismos que
son muy variables tanto en grosor, longitud, tensión tisular
y que van a afectar a la estética facial.
1,7
Se define a las maloclusiones esqueletales como las
discrepancias de las estructuras esqueléticas del rostro
debido a factores genéticos, ambientales o ambos y pueden
manifestarse como prognatismo mandibular, retrognatismo
maxilar o una combinación de ambas, clasificándolas en:
Clase I, Clase II y Clase III esqueletal.
3,8
La maloclusión de
clase II división 1 puede expresarse en los tejidos blandos
con hipotonía del labio superior o una hiperactividad del
labio inferior.
9
Jabbar et al.
9
, comparan el espesor del mentón en varias
maloclusiones esqueletales en la población de Pakistán
obteniendo como resultado una correlación significativa
entre el grosor de los tejidos blandos de Pogonion y
Gnation. Gómez et al.
10
, en el estudio efectuado en España
obtuvieron un mayor grosor de los tejidos blandos en
pacientes con Clase III, no existen reportes de estudio
similares en la población ecuatoriana, por todo lo mencio-
nado anteriormente, el objetivo de este estudio fue compa-
rar el espesor de los tejidos blandos del mentón en indivi-
duos con distintos patrones esqueletales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un
enfoque correlacional y de corte transversal retrospectivo,
en radiografías cefálicas laterales del cráneo de individuos
Méndez, Jennifer y cols.
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
26
entre 18 a 45 años de edad, de un centro radiográfico de la
ciudad de Cuenca tomadas en el periodo 2019, se empleó el
equipo panorámico Newton (Giano) en posición natural de
la cabeza, previo a la ejecución la investigación fue aproba-
do por el Comité de Ética de la Universidad Católica de
Cuenca.
En la determinación del tamaño de la muestra se usó un
nivel de seguridad del 95%, una precisión del 1% y una
desviación estándar de 3 mm, constituyendo tres grupos de
35 sujetos cada uno, esta muestra fue ajustada a pérdida de
información, determinado en una muestra final de 40 radio-
grafías por cada patrón esqueletal, con una muestra total de
120 individuos. Se analizaron 160 radiografías usando una
pantalla de 13,3 pulgadas que cumplieron los criterios de
selección a través del software AutoCAD 2020, para identi-
ficar a los individuos dentro de cada grupo, la selección de
la muestra se utilizó un muestreo aleatorio simple.
Los criterios de inclusión del estudio fueron radiogra-
fías cefálicas laterales nítidas de sujetos de 18 a 45 años de
edad tomadas en el mismo centro radiográfico en posición
natural de la cabeza, radiografías de ambos sexos que
presenten todos los dientes permanentes a excepción de los
terceros molares. Los criterios de exclusión del estudio
fueron radiografías cefálicas laterales de individuos con
tratamiento de ortodoncia o cirugía ortognática, con
presencia de anomalías craneofaciales, lesión o traumatis-
mo en el hueso basal maxilar y mandibular y contorno no
continuo de los tejidos blandos del mentón.
Una vez seleccionadas las radiografías, el examinador
fue entrenado por el clínico especialista durante 15 días,
posteriormente se llevó a cabo la identificación de puntos
óseos y blandos en el mentón y se ejecutaron 20 trazados
cefalométricos durante el día, con el fin de evitar fatiga
ocular.
Los datos recopilados fueron: número de registro, sexo,
edad, clase esqueletal y grosor del tejido blando del
mentón. La clase esqueletal se determinó por el ángulo
ANB, formado por dos planos: la línea que une los puntos
Nasion (N) y Subespinal (Punto A) y el plano que une los
puntos Nasion (N) y Supramental (Punto B), en relación al
ángulo formado se dividió en 3 grupos: Clase I de 1o a 4o,
Clase II > 5o y Clase III ≤0o. El grosor del tejido blando del
mentón se midió en 3 niveles, la distancia entre Pogonion
óseo (Pog) hasta Pogonion del tejido blando (Pog’) en
proyección horizontal, Gnation óseo (Gn) hasta Gnation
del tejido blando (Gn’) en dirección oblicua y Menton óseo
(Me) hasta Menton del tejido blando (Me’) en dirección
vertical, como se observa en la figura 1. Para precisar la
confiablidad intraobservador, el investigador repitió las
mediciones cefalométricas en 24 radiografías selecciona-
das al azar correspondiendo al 20% de la muestra.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El coeficiente de correlación intraclase se usó para evaluar la
confiabilidad intraobservador. Se aplicó estadística descriptiva
para el cálculo de la media y desviación estándar de las variables
tales como edad y espesor de tejidos blandos del mentón. Se
utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía entre el
patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón,
así como también la prueba U de Mann-Whitney para comparar
el espesor de los tejidos blandos en cada grupo esqueletal de
acuerdo con el sexo y la edad. Se aplico el coeficiente de Pearson
para determinar la posible correlación entre el espesor de los
tejidos blandos del mentón y el patrón esqueletal. El nivel de
significancia se estableció p<0,05. El procesamiento de la
información, así como los gráficos se ejecutaron utilizando el
software SPSS (Statistical Package for the Social Sciences)
versión 25.0 y la edición de las tablas se realizó en Microsoft
Excel, 2013.
RESULTADOS
El estudio incluyó 120 radiografías cefálicas laterales, de los
cuales el 38% (n=46) fueron hombres y 62% (n=74) fueron
mujeres con un rango de 18 a 45 años de edad que cumplieron
con los criterios de selección.
El promedio de edad fue 25,12 ±6,66 y no se encontró diferencia
estadísticamente significativa en relación con el patrón esquele-
tal (p=0,771); al igual que en el sexo no hubo diferencias signifi-
cativas, se especifica en la tabla 1.
La media del espesor de Pog fue de 12,62±2,12 mm., a nivel de
Gn fue 10,21±2,35 mm., y a nivel de Me la media fue de
8,21±2,50mm. Al comparar el grosor de los tejidos blandos del
mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no
estadísticamente significativas como se detalla en la tabla 2. Sin
embargo, a nivel de Gn y Pog se muestra que el espesor va
aumentando entre los grupos siendo menor en clase I, continua
en la Clase II y con mayor espesor para la Clase III.
contrario, este promedio es mayor en Clase I y va disminuyendo
hasta la Clase III. Esto puede deberse a las diferencias existentes
en el contorno del mentón entre hombres y mujeres, ya que en
esta región del perfil facial se ponen de manifiesto los caracteres
sexuales secundarios, la información se detalla en la tabla 3.
El coeficiente de correlación intraclase para las mediciones
repetidas intraexaminador fue alto (r=0,912) para todas las
mediciones.
La media de los tejidos blandos del mentón en las
diferentes clases esqueletales de acuerdo con el sexo se
encontraron diferencias pero no estadísticamente significa-
tivas, sin embargo, en los hombres muestra mayor grosor
de tejidos blandos del mentón para el patrón Clase III
esqueletal, en comparación con las mujeres fue mayor en
Clase II esqueletal, únicamente en el espesor de Pog y Me;
concordando con el estudio realizado por Jabbar et al.
9
,en
donde señala que los hombres presentan mayor grosor de
tejido blando del menton en clase III esqueletal.
Varios estudios realizados por Perović et al.1, Shinde et
al.
2
, Navaneethan et al.
3
, Jazmati et al.
15
, al evaluar el
grosor de los tejidos blandos del mentón según el sexo en
diferentes poblaciones encontraron que el grosor de Me es
mayor en hombres que en mujeres debido a que general-
mente, la piel de la mujer carece de colágeno por lo que el
estrógeno acelera la producción de ácido hialurónico
provocando una reducción en el espesor del tejido blando,
mientras que en los hombres la testosterona facilita la
producción de colágeno causando que el tejido blando sea
más grueso, concordando los resultado con la presente
investigación. Contradictorio a estos estudios, Tiwari et
al.
16
, encontró que el grosor de los tejidos blandos a nivel
de Me aumentó significativamente en las mujeres en
comparación con los hombres.
Es importante entender que es difícil realizar una
comparación de nuestros hallazgos con otros estudios, ya
que existe poca información sobre este tema, además los
resultados encontrados por otros autores podrían deberse a
las diferencias raciales y debido a que mientras aumenta el
índice de masa corporal (IMC) de cada individuo este va a
influenciar en el grosor del tejido blando de la cara tanto
para hombres como para mujeres.
3,17,18
Dentro de las limitaciones encontradas fue que el traza-
do se realizó mediante el programa de diseño AutoCAD
utilizado por ingenieros y arquitectos para diseños en 2D y
3D, pero estudios muestran que la utilización de este
software es confiable en comparación a otros programas de
trazados cefalométricos, y se recomienda aumentar el
tamaño de muestra para investigaciones similares. 19
CONCLUSIONES
Se concluye que la población estudiada mostró diferen-
cias, pero no fueron estadísticamente significativas tanto en
el sexo, y la clase esqueletal de acuerdo con el grosor de los
tejidos blandos del mentón. Por lo tanto, se recomienda que
en estudios futuros se realice con un mayor número de
individuos e incluir variables como el IMC.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflicto de intereses.
Financiamiento: autofinanciado
Contribuciones de los autores: Méndez Jennifer en la
ejecución, análisis de los resultados, redacción del artículo;
Lima Miriam en la concepción del estudio, análisis e
interpretación de resultados, redacción del artículo;
Jiménez Magaly y Llanes Maribel en la redacción final del
artículo
Correspondencia:
Jennifer Carola Méndez Palomeque
Correo electrónico: jennifer.mendezp27@gmail.com
Cuenca, Ecuador
Referencias Bibliográficas
1. Perović T, Blažej Z. Male and female characteristics of
facial soft tissue thickness in different orthodontic
malocclusions evaluated by cephalometric radiography.
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cimonit-24-3415.pdf
2. Shinde N, Jethe S, Agarkar S, Deshmukh S, Kharche A,
Rahalkar J. Comparative evaluation of soft tissue chin
thickness in skeletal Class I and Class II adults with
three mandibular divergence- a cephalometric study. J
Adv Med Dent Scie Res. [Internet].2019 [citado 25 de
Julio 2021] ;7(2):33-40. Disponible en: http://jamdsr.-
com/uploadfiles/8CephalometricStudyVOL7IS-
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bility_of_AutoCAD_program_in_cephalometric_analy
sis_in_comparison_with_preprogrammed_cephalometr
ic_analysis_software
Recibido: 02 Agosto 2021
Aceptado: 11 Diciembre 2021
Tabla 3. Medias de espesor del mentón en diferentes patrones
esqueletales de acuerdo al sexo
Las medias del espesor del mentón tanto en hombres como
en mujeres muestran diferencias, pero no fueron estadísticamen-
te significativas; se observó que la medida promedio del espesor
del tejido blando a nivel de Gn aumentóó en los hombres desde
la Clase I hasta la Clase III, mientras que en mujeres sucede lo
ANOVA: Análisis de la varianza;* p<0,05
DISCUSIÓN
El total de participantes fueron 120 radiografías cefáli-
cas laterales del cráneo que cumplieron con los criterios de
selección. El interés de este estudio fue conocer la influen-
cia de la relación maxilomandibular en sentido sagital con
el grosor de los tejidos blandos del mentón. Los diferentes
grupos étnicos van a presentar un grosor variable de los
tejidos blandos del mentón entre varios puntos antropológi-
cos de referencia debido a que el grosor del tejido facial de
una población no se puede aplicar a otra población, por esta
razón es importante determinar el espesor de los tejidos
blandos para cada población.
11
De acuerdo con la edad no se encontró diferencia
estadísticamente significativa tanto para mujeres como
para hombres, concordando con estudios realizados por
Ajwa et al.4, y Manasa et al.
12
, debido a que en los niños se
produce un aumento progresivo del grosor de los tejidos
blandos de mentón y termina su crecimiento alrededor de
los 18 años manteniéndose estable hasta los 40 años.
En cuanto al grosor de los tejidos blandos del mentón de
acuerdo con la clase esqueletal no se encontraron diferen-
cias estadísticamente significativas concordando con los
estudios realizados por Asif et al.
13
, Gómez et al.10, y
Kamak et al.
14
, los individuos participantes presentaron
mayor grosor de tejido blando en Clase III que los pacientes
de Clase II y Clase I a nivel de Pog y Gn, sin embargo no
obtuvieron valores de significancia; discrepando con el
estudio realizado por Navaneethan et al.
3
, donde mostraron
que el grosor del tejido blando del mentón a nivel de Pog es
mayor en Clase esqueletal II seguido de Clase I y Clase III.
1. Introducción
El rostro es la parte más distintiva y perceptible del ser
humano que está relacionado directamente con la memoria
siendo nuestro primer recuerdo la imagen del rostro de la
otra persona. La apariencia facial juega un papel crucial en
la sociedad debido a que presenta un significado muy
importante para la comunicación interpersonal y las
relaciones sociales.
1-4
La estética facial estudia la belleza del rostro del ser
humano desde los comienzos de la civilización en el año 4
A.C por los griegos, italianos, egipcios y romanos, donde
se consideraba que un individuo perfecto, es el que posee
características faciales extraordinarias.
5-6
El perfil facial está definido por el grosor de los tejidos
blandos, características dentales y esqueléticas. Habitual-
mente se considera que los contornos faciales son conse-
cuencia de la posición de los tejidos duros seguido del
tejido blando, pero en la actualidad se muestra un cambio
en el análisis de los músculos, grasa subcutánea y piel, que
pueden desarrollarse proporcional y desproporcionalmente
en relación con las estructuras esqueléticas, los mismos que
son muy variables tanto en grosor, longitud, tensión tisular
y que van a afectar a la estética facial.
1,7
Se define a las maloclusiones esqueletales como las
discrepancias de las estructuras esqueléticas del rostro
debido a factores genéticos, ambientales o ambos y pueden
manifestarse como prognatismo mandibular, retrognatismo
maxilar o una combinación de ambas, clasificándolas en:
Clase I, Clase II y Clase III esqueletal.
3,8
La maloclusión de
clase II división 1 puede expresarse en los tejidos blandos
con hipotonía del labio superior o una hiperactividad del
labio inferior.
9
Jabbar et al.
9
, comparan el espesor del mentón en varias
maloclusiones esqueletales en la población de Pakistán
obteniendo como resultado una correlación significativa
entre el grosor de los tejidos blandos de Pogonion y
Gnation. Gómez et al.
10
, en el estudio efectuado en España
obtuvieron un mayor grosor de los tejidos blandos en
pacientes con Clase III, no existen reportes de estudio
similares en la población ecuatoriana, por todo lo mencio-
nado anteriormente, el objetivo de este estudio fue compa-
rar el espesor de los tejidos blandos del mentón en indivi-
duos con distintos patrones esqueletales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un
enfoque correlacional y de corte transversal retrospectivo,
en radiografías cefálicas laterales del cráneo de individuos
Comparación del espesor de los tejidos blandos
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
27
entre 18 a 45 años de edad, de un centro radiográfico de la
ciudad de Cuenca tomadas en el periodo 2019, se empleó el
equipo panorámico Newton (Giano) en posición natural de
la cabeza, previo a la ejecución la investigación fue aproba-
do por el Comité de Ética de la Universidad Católica de
Cuenca.
En la determinación del tamaño de la muestra se usó un
nivel de seguridad del 95%, una precisión del 1% y una
desviación estándar de 3 mm, constituyendo tres grupos de
35 sujetos cada uno, esta muestra fue ajustada a pérdida de
información, determinado en una muestra final de 40 radio-
grafías por cada patrón esqueletal, con una muestra total de
120 individuos. Se analizaron 160 radiografías usando una
pantalla de 13,3 pulgadas que cumplieron los criterios de
selección a través del software AutoCAD 2020, para identi-
ficar a los individuos dentro de cada grupo, la selección de
la muestra se utilizó un muestreo aleatorio simple.
Los criterios de inclusión del estudio fueron radiogra-
fías cefálicas laterales nítidas de sujetos de 18 a 45 años de
edad tomadas en el mismo centro radiográfico en posición
natural de la cabeza, radiografías de ambos sexos que
presenten todos los dientes permanentes a excepción de los
terceros molares. Los criterios de exclusión del estudio
fueron radiografías cefálicas laterales de individuos con
tratamiento de ortodoncia o cirugía ortognática, con
presencia de anomalías craneofaciales, lesión o traumatis-
mo en el hueso basal maxilar y mandibular y contorno no
continuo de los tejidos blandos del mentón.
Una vez seleccionadas las radiografías, el examinador
fue entrenado por el clínico especialista durante 15 días,
posteriormente se llevó a cabo la identificación de puntos
óseos y blandos en el mentón y se ejecutaron 20 trazados
cefalométricos durante el día, con el fin de evitar fatiga
ocular.
Los datos recopilados fueron: número de registro, sexo,
edad, clase esqueletal y grosor del tejido blando del
mentón. La clase esqueletal se determinó por el ángulo
ANB, formado por dos planos: la línea que une los puntos
Nasion (N) y Subespinal (Punto A) y el plano que une los
puntos Nasion (N) y Supramental (Punto B), en relación al
ángulo formado se dividió en 3 grupos: Clase I de 1o a 4o,
Clase II > 5o y Clase III ≤0o. El grosor del tejido blando del
mentón se midió en 3 niveles, la distancia entre Pogonion
óseo (Pog) hasta Pogonion del tejido blando (Pog’) en
proyección horizontal, Gnation óseo (Gn) hasta Gnation
del tejido blando (Gn’) en dirección oblicua y Menton óseo
(Me) hasta Menton del tejido blando (Me’) en dirección
vertical, como se observa en la figura 1. Para precisar la
confiablidad intraobservador, el investigador repitió las
mediciones cefalométricas en 24 radiografías selecciona-
das al azar correspondiendo al 20% de la muestra.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El coeficiente de correlación intraclase se usó para evaluar la
confiabilidad intraobservador. Se aplicó estadística descriptiva
para el cálculo de la media y desviación estándar de las variables
tales como edad y espesor de tejidos blandos del mentón. Se
utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía entre el
patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón,
así como también la prueba U de Mann-Whitney para comparar
el espesor de los tejidos blandos en cada grupo esqueletal de
acuerdo con el sexo y la edad. Se aplico el coeficiente de Pearson
para determinar la posible correlación entre el espesor de los
tejidos blandos del mentón y el patrón esqueletal. El nivel de
significancia se estableció p<0,05. El procesamiento de la
información, así como los gráficos se ejecutaron utilizando el
software SPSS (Statistical Package for the Social Sciences)
versión 25.0 y la edición de las tablas se realizó en Microsoft
Excel, 2013.
RESULTADOS
El estudio incluyó 120 radiografías cefálicas laterales, de los
cuales el 38% (n=46) fueron hombres y 62% (n=74) fueron
mujeres con un rango de 18 a 45 años de edad que cumplieron
con los criterios de selección.
El promedio de edad fue 25,12 ±6,66 y no se encontró diferencia
estadísticamente significativa en relación con el patrón esquele-
tal (p=0,771); al igual que en el sexo no hubo diferencias signifi-
cativas, se especifica en la tabla 1.
La media del espesor de Pog fue de 12,62±2,12 mm., a nivel de
Gn fue 10,21±2,35 mm., y a nivel de Me la media fue de
8,21±2,50mm. Al comparar el grosor de los tejidos blandos del
mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no
estadísticamente significativas como se detalla en la tabla 2. Sin
embargo, a nivel de Gn y Pog se muestra que el espesor va
aumentando entre los grupos siendo menor en clase I, continua
en la Clase II y con mayor espesor para la Clase III.
contrario, este promedio es mayor en Clase I y va disminuyendo
hasta la Clase III. Esto puede deberse a las diferencias existentes
en el contorno del mentón entre hombres y mujeres, ya que en
esta región del perfil facial se ponen de manifiesto los caracteres
sexuales secundarios, la información se detalla en la tabla 3.
El coeficiente de correlación intraclase para las mediciones
repetidas intraexaminador fue alto (r=0,912) para todas las
mediciones.
La media de los tejidos blandos del mentón en las
diferentes clases esqueletales de acuerdo con el sexo se
encontraron diferencias pero no estadísticamente significa-
tivas, sin embargo, en los hombres muestra mayor grosor
de tejidos blandos del mentón para el patrón Clase III
esqueletal, en comparación con las mujeres fue mayor en
Clase II esqueletal, únicamente en el espesor de Pog y Me;
concordando con el estudio realizado por Jabbar et al.
9
,en
donde señala que los hombres presentan mayor grosor de
tejido blando del menton en clase III esqueletal.
Varios estudios realizados por Perović et al.1, Shinde et
al.
2
, Navaneethan et al.
3
, Jazmati et al.
15
, al evaluar el
grosor de los tejidos blandos del mentón según el sexo en
diferentes poblaciones encontraron que el grosor de Me es
mayor en hombres que en mujeres debido a que general-
mente, la piel de la mujer carece de colágeno por lo que el
estrógeno acelera la producción de ácido hialurónico
provocando una reducción en el espesor del tejido blando,
mientras que en los hombres la testosterona facilita la
producción de colágeno causando que el tejido blando sea
más grueso, concordando los resultado con la presente
investigación. Contradictorio a estos estudios, Tiwari et
al.
16
, encontró que el grosor de los tejidos blandos a nivel
de Me aumentó significativamente en las mujeres en
comparación con los hombres.
Es importante entender que es difícil realizar una
comparación de nuestros hallazgos con otros estudios, ya
que existe poca información sobre este tema, además los
resultados encontrados por otros autores podrían deberse a
las diferencias raciales y debido a que mientras aumenta el
índice de masa corporal (IMC) de cada individuo este va a
influenciar en el grosor del tejido blando de la cara tanto
para hombres como para mujeres.
3,17,18
Dentro de las limitaciones encontradas fue que el traza-
do se realizó mediante el programa de diseño AutoCAD
utilizado por ingenieros y arquitectos para diseños en 2D y
3D, pero estudios muestran que la utilización de este
software es confiable en comparación a otros programas de
trazados cefalométricos, y se recomienda aumentar el
tamaño de muestra para investigaciones similares. 19
CONCLUSIONES
Se concluye que la población estudiada mostró diferen-
cias, pero no fueron estadísticamente significativas tanto en
el sexo, y la clase esqueletal de acuerdo con el grosor de los
tejidos blandos del mentón. Por lo tanto, se recomienda que
en estudios futuros se realice con un mayor número de
individuos e incluir variables como el IMC.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflicto de intereses.
Financiamiento: autofinanciado
Contribuciones de los autores: Méndez Jennifer en la
ejecución, análisis de los resultados, redacción del artículo;
Lima Miriam en la concepción del estudio, análisis e
interpretación de resultados, redacción del artículo;
Jiménez Magaly y Llanes Maribel en la redacción final del
artículo
Correspondencia:
Jennifer Carola Méndez Palomeque
Correo electrónico: jennifer.mendezp27@gmail.com
Cuenca, Ecuador
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el grosor de los tejidos blandos del mentón. Los diferentes
grupos étnicos van a presentar un grosor variable de los
tejidos blandos del mentón entre varios puntos antropológi-
cos de referencia debido a que el grosor del tejido facial de
una población no se puede aplicar a otra población, por esta
razón es importante determinar el espesor de los tejidos
blandos para cada población.
11
De acuerdo con la edad no se encontró diferencia
estadísticamente significativa tanto para mujeres como
para hombres, concordando con estudios realizados por
Ajwa et al.4, y Manasa et al.
12
, debido a que en los niños se
produce un aumento progresivo del grosor de los tejidos
blandos de mentón y termina su crecimiento alrededor de
los 18 años manteniéndose estable hasta los 40 años.
En cuanto al grosor de los tejidos blandos del mentón de
acuerdo con la clase esqueletal no se encontraron diferen-
cias estadísticamente significativas concordando con los
estudios realizados por Asif et al.
13
, Gómez et al.10, y
Kamak et al.
14
, los individuos participantes presentaron
mayor grosor de tejido blando en Clase III que los pacientes
de Clase II y Clase I a nivel de Pog y Gn, sin embargo no
obtuvieron valores de significancia; discrepando con el
estudio realizado por Navaneethan et al.
3
, donde mostraron
que el grosor del tejido blando del mentón a nivel de Pog es
mayor en Clase esqueletal II seguido de Clase I y Clase III.
1. Introducción
El rostro es la parte más distintiva y perceptible del ser
humano que está relacionado directamente con la memoria
siendo nuestro primer recuerdo la imagen del rostro de la
otra persona. La apariencia facial juega un papel crucial en
la sociedad debido a que presenta un significado muy
importante para la comunicación interpersonal y las
relaciones sociales.
1-4
La estética facial estudia la belleza del rostro del ser
humano desde los comienzos de la civilización en el año 4
A.C por los griegos, italianos, egipcios y romanos, donde
se consideraba que un individuo perfecto, es el que posee
características faciales extraordinarias.
5-6
El perfil facial está definido por el grosor de los tejidos
blandos, características dentales y esqueléticas. Habitual-
mente se considera que los contornos faciales son conse-
cuencia de la posición de los tejidos duros seguido del
tejido blando, pero en la actualidad se muestra un cambio
en el análisis de los músculos, grasa subcutánea y piel, que
pueden desarrollarse proporcional y desproporcionalmente
en relación con las estructuras esqueléticas, los mismos que
son muy variables tanto en grosor, longitud, tensión tisular
y que van a afectar a la estética facial.
1,7
Se define a las maloclusiones esqueletales como las
discrepancias de las estructuras esqueléticas del rostro
debido a factores genéticos, ambientales o ambos y pueden
manifestarse como prognatismo mandibular, retrognatismo
maxilar o una combinación de ambas, clasificándolas en:
Clase I, Clase II y Clase III esqueletal.
3,8
La maloclusión de
clase II división 1 puede expresarse en los tejidos blandos
con hipotonía del labio superior o una hiperactividad del
labio inferior.
9
Jabbar et al.
9
, comparan el espesor del mentón en varias
maloclusiones esqueletales en la población de Pakistán
obteniendo como resultado una correlación significativa
entre el grosor de los tejidos blandos de Pogonion y
Gnation. Gómez et al.
10
, en el estudio efectuado en España
obtuvieron un mayor grosor de los tejidos blandos en
pacientes con Clase III, no existen reportes de estudio
similares en la población ecuatoriana, por todo lo mencio-
nado anteriormente, el objetivo de este estudio fue compa-
rar el espesor de los tejidos blandos del mentón en indivi-
duos con distintos patrones esqueletales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio cuantitativo, observacional con un
enfoque correlacional y de corte transversal retrospectivo,
en radiografías cefálicas laterales del cráneo de individuos
Méndez, Jennifer y cols.
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, No. 1, Enero-Abril, 2022
28
entre 18 a 45 años de edad, de un centro radiográfico de la
ciudad de Cuenca tomadas en el periodo 2019, se empleó el
equipo panorámico Newton (Giano) en posición natural de
la cabeza, previo a la ejecución la investigación fue aproba-
do por el Comité de Ética de la Universidad Católica de
Cuenca.
En la determinación del tamaño de la muestra se usó un
nivel de seguridad del 95%, una precisión del 1% y una
desviación estándar de 3 mm, constituyendo tres grupos de
35 sujetos cada uno, esta muestra fue ajustada a pérdida de
información, determinado en una muestra final de 40 radio-
grafías por cada patrón esqueletal, con una muestra total de
120 individuos. Se analizaron 160 radiografías usando una
pantalla de 13,3 pulgadas que cumplieron los criterios de
selección a través del software AutoCAD 2020, para identi-
ficar a los individuos dentro de cada grupo, la selección de
la muestra se utilizó un muestreo aleatorio simple.
Los criterios de inclusión del estudio fueron radiogra-
fías cefálicas laterales nítidas de sujetos de 18 a 45 años de
edad tomadas en el mismo centro radiográfico en posición
natural de la cabeza, radiografías de ambos sexos que
presenten todos los dientes permanentes a excepción de los
terceros molares. Los criterios de exclusión del estudio
fueron radiografías cefálicas laterales de individuos con
tratamiento de ortodoncia o cirugía ortognática, con
presencia de anomalías craneofaciales, lesión o traumatis-
mo en el hueso basal maxilar y mandibular y contorno no
continuo de los tejidos blandos del mentón.
Una vez seleccionadas las radiografías, el examinador
fue entrenado por el clínico especialista durante 15 días,
posteriormente se llevó a cabo la identificación de puntos
óseos y blandos en el mentón y se ejecutaron 20 trazados
cefalométricos durante el día, con el fin de evitar fatiga
ocular.
Los datos recopilados fueron: número de registro, sexo,
edad, clase esqueletal y grosor del tejido blando del
mentón. La clase esqueletal se determinó por el ángulo
ANB, formado por dos planos: la línea que une los puntos
Nasion (N) y Subespinal (Punto A) y el plano que une los
puntos Nasion (N) y Supramental (Punto B), en relación al
ángulo formado se dividió en 3 grupos: Clase I de 1o a 4o,
Clase II > 5o y Clase III ≤0o. El grosor del tejido blando del
mentón se midió en 3 niveles, la distancia entre Pogonion
óseo (Pog) hasta Pogonion del tejido blando (Pog’) en
proyección horizontal, Gnation óseo (Gn) hasta Gnation
del tejido blando (Gn’) en dirección oblicua y Menton óseo
(Me) hasta Menton del tejido blando (Me’) en dirección
vertical, como se observa en la figura 1. Para precisar la
confiablidad intraobservador, el investigador repitió las
mediciones cefalométricas en 24 radiografías selecciona-
das al azar correspondiendo al 20% de la muestra.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El coeficiente de correlación intraclase se usó para evaluar la
confiabilidad intraobservador. Se aplicó estadística descriptiva
para el cálculo de la media y desviación estándar de las variables
tales como edad y espesor de tejidos blandos del mentón. Se
utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía entre el
patrón esqueletal y el espesor de los tejidos blandos del mentón,
así como también la prueba U de Mann-Whitney para comparar
el espesor de los tejidos blandos en cada grupo esqueletal de
acuerdo con el sexo y la edad. Se aplico el coeficiente de Pearson
para determinar la posible correlación entre el espesor de los
tejidos blandos del mentón y el patrón esqueletal. El nivel de
significancia se estableció p<0,05. El procesamiento de la
información, así como los gráficos se ejecutaron utilizando el
software SPSS (Statistical Package for the Social Sciences)
versión 25.0 y la edición de las tablas se realizó en Microsoft
Excel, 2013.
RESULTADOS
El estudio incluyó 120 radiografías cefálicas laterales, de los
cuales el 38% (n=46) fueron hombres y 62% (n=74) fueron
mujeres con un rango de 18 a 45 años de edad que cumplieron
con los criterios de selección.
El promedio de edad fue 25,12 ±6,66 y no se encontró diferencia
estadísticamente significativa en relación con el patrón esquele-
tal (p=0,771); al igual que en el sexo no hubo diferencias signifi-
cativas, se especifica en la tabla 1.
La media del espesor de Pog fue de 12,62±2,12 mm., a nivel de
Gn fue 10,21±2,35 mm., y a nivel de Me la media fue de
8,21±2,50mm. Al comparar el grosor de los tejidos blandos del
mentón de acuerdo al patrón esqueletal, hay diferencias, pero no
estadísticamente significativas como se detalla en la tabla 2. Sin
embargo, a nivel de Gn y Pog se muestra que el espesor va
aumentando entre los grupos siendo menor en clase I, continua
en la Clase II y con mayor espesor para la Clase III.
contrario, este promedio es mayor en Clase I y va disminuyendo
hasta la Clase III. Esto puede deberse a las diferencias existentes
en el contorno del mentón entre hombres y mujeres, ya que en
esta región del perfil facial se ponen de manifiesto los caracteres
sexuales secundarios, la información se detalla en la tabla 3.
El coeficiente de correlación intraclase para las mediciones
repetidas intraexaminador fue alto (r=0,912) para todas las
mediciones.
La media de los tejidos blandos del mentón en las
diferentes clases esqueletales de acuerdo con el sexo se
encontraron diferencias pero no estadísticamente significa-
tivas, sin embargo, en los hombres muestra mayor grosor
de tejidos blandos del mentón para el patrón Clase III
esqueletal, en comparación con las mujeres fue mayor en
Clase II esqueletal, únicamente en el espesor de Pog y Me;
concordando con el estudio realizado por Jabbar et al.
9
,en
donde señala que los hombres presentan mayor grosor de
tejido blando del menton en clase III esqueletal.
Varios estudios realizados por Perović et al.1, Shinde et
al.
2
, Navaneethan et al.
3
, Jazmati et al.
15
, al evaluar el
grosor de los tejidos blandos del mentón según el sexo en
diferentes poblaciones encontraron que el grosor de Me es
mayor en hombres que en mujeres debido a que general-
mente, la piel de la mujer carece de colágeno por lo que el
estrógeno acelera la producción de ácido hialurónico
provocando una reducción en el espesor del tejido blando,
mientras que en los hombres la testosterona facilita la
producción de colágeno causando que el tejido blando sea
más grueso, concordando los resultado con la presente
investigación. Contradictorio a estos estudios, Tiwari et
al.
16
, encontró que el grosor de los tejidos blandos a nivel
de Me aumentó significativamente en las mujeres en
comparación con los hombres.
Es importante entender que es difícil realizar una
comparación de nuestros hallazgos con otros estudios, ya
que existe poca información sobre este tema, además los
resultados encontrados por otros autores podrían deberse a
las diferencias raciales y debido a que mientras aumenta el
índice de masa corporal (IMC) de cada individuo este va a
influenciar en el grosor del tejido blando de la cara tanto
para hombres como para mujeres.
3,17,18
Dentro de las limitaciones encontradas fue que el traza-
do se realizó mediante el programa de diseño AutoCAD
utilizado por ingenieros y arquitectos para diseños en 2D y
3D, pero estudios muestran que la utilización de este
software es confiable en comparación a otros programas de
trazados cefalométricos, y se recomienda aumentar el
tamaño de muestra para investigaciones similares. 19
CONCLUSIONES
Se concluye que la población estudiada mostró diferen-
cias, pero no fueron estadísticamente significativas tanto en
el sexo, y la clase esqueletal de acuerdo con el grosor de los
tejidos blandos del mentón. Por lo tanto, se recomienda que
en estudios futuros se realice con un mayor número de
individuos e incluir variables como el IMC.
Conflicto de interés: Los autores declaran no tener
conflicto de intereses.
Financiamiento: autofinanciado
Contribuciones de los autores: Méndez Jennifer en la
ejecución, análisis de los resultados, redacción del artículo;
Lima Miriam en la concepción del estudio, análisis e
interpretación de resultados, redacción del artículo;
Jiménez Magaly y Llanes Maribel en la redacción final del
artículo
Correspondencia:
Jennifer Carola Méndez Palomeque
Correo electrónico: jennifer.mendezp27@gmail.com
Cuenca, Ecuador
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ic_analysis_software
Recibido: 02 Agosto 2021
Aceptado: 11 Diciembre 2021
Las medias del espesor del mentón tanto en hombres como
en mujeres muestran diferencias, pero no fueron estadísticamen-
te significativas; se observó que la medida promedio del espesor
del tejido blando a nivel de Gn aumentóó en los hombres desde
la Clase I hasta la Clase III, mientras que en mujeres sucede lo
DISCUSIÓN
El total de participantes fueron 120 radiografías cefáli-
cas laterales del cráneo que cumplieron con los criterios de
selección. El interés de este estudio fue conocer la influen-
cia de la relación maxilomandibular en sentido sagital con
el grosor de los tejidos blandos del mentón. Los diferentes
grupos étnicos van a presentar un grosor variable de los
tejidos blandos del mentón entre varios puntos antropológi-
cos de referencia debido a que el grosor del tejido facial de
una población no se puede aplicar a otra población, por esta
razón es importante determinar el espesor de los tejidos
blandos para cada población.
11
De acuerdo con la edad no se encontró diferencia
estadísticamente significativa tanto para mujeres como
para hombres, concordando con estudios realizados por
Ajwa et al.4, y Manasa et al.
12
, debido a que en los niños se
produce un aumento progresivo del grosor de los tejidos
blandos de mentón y termina su crecimiento alrededor de
los 18 años manteniéndose estable hasta los 40 años.
En cuanto al grosor de los tejidos blandos del mentón de
acuerdo con la clase esqueletal no se encontraron diferen-
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3
, donde mostraron
que el grosor del tejido blando del mentón a nivel de Pog es
mayor en Clase esqueletal II seguido de Clase I y Clase III.