INTRODUCCIÓN
El síndrome de dolor miofascial es un trastorno de los
músculos masticatorios que afecta el movimiento de la
mandíbula, en función o parafunción, y la replicación de
este dolor se produce con las pruebas de provocación de los
músculos masticatorios, siendo la razón principal para que
los pacientes busquen tratamiento; la limitación de apertura
bucal no siempre está presente.
1-3
Al dolor miofascial se lo
asocia frecuentemente con el estrés, que es un estado mental
o emocional que resulta de una circunstancia adversa o
exigente y que da lugar a una respuesta de tensión.
2-4
Se
cree que la presencia de estresores psicosociales, juega un
papel muy importante en el desarrollo del dolor miofascial,
ya que especialmente actúa con los músculos masticatorios
pues los pacientes comúnmente reportan que sus síntomas
aumentan en situaciones de estrés.
2,4,5-7
En la literatura se
encuentra una prevalencia del 50% al 70% de dolor miofas-
cial por cualquier razón, de esto, el 25% del dolor en los
músculos masticatorios es la principal fuente de dolor.
2,3
Las mujeres parecen tener más dolor debido a la produc-
ción de estrógenos que aumentan de la tercera a la cuarta
década de vida y por el ciclo menstrual, hormonas que
exacerban el dolor muscular y articular.
2,3
Esto se debe a las
diferencias biológicas, psicosociales y hormonales entre
los dos grupos.
2,3,6-8
La edad se puede definir como el tiempo transcurrido desde
el nacimiento de un ser vivo. A nivel local no existen datos
que proporcionen información sobre esta problemática,
esto lleva a plantearse las siguientes Hipótesis de Investiga-
ción: 1) se busca corroborar mediante una prueba de depen-
dencia bilateral significativa Chi Cuadrado la relación entre
la presencia de dolor miofascial y el nivel de estrés en
pacientes de la clínica de la Universidad de Cuenca, 2)
mediante la prueba ANOVA de un factor, se determinará si
existe diferencia significativa en las medias del nivel de
intensidad de dolor obtenida de la escala visual (EVA) por
tipo de dolor miofascial diagnosticado y 3) por prueba de
Chi Cuadrado se buscará corroborar si existe dependencia
bilateral significativa entre la presencia de dolor y el sexo y
por otro lado, si hay dependencia bilateral entre edad y
presencia de dolor.
MATERIALES Y MÉTODOS
El diseño de estudio es exploratorio transversal, se empleó el
método de muestreo probabilístico, mediante la técnica de
muestreo aleatorio simple
9
, la metodología de investigación
fue de tipo cuantitativa mediante el uso de encuestas diseñadas
para el estudio, como test DC/TMD, test de Hamilton, escala
EVA.
10-16
Las unidades de observación fueron pacientes que
Revista OACTIVA UC Cuenca. Vol. 7, N
o
3, Septiembre-Diciembre, 2022
Prevalencia del síndrome de dolor miofascial 3
acuden a la Clínica de la Facultad de Odontología de la
Universidad de Cuenca desde los 18 años en adelante que
firmaron consentimiento informado antes de la ejecución de la
encuesta, indicándoles que podían retirarse del estudio el
momento que creyeren conveniente, y se excluyeron pacientes
que consumieron alcohol un día antes de la cita odontológica o
drogas como cocaína, nicotina y heroína, uso de antidepresi-
vos por lo menos 3 meses antes, mujeres en edad fértil que
estén consumiendo anticonceptivos.
6,17,18
Para el proceso del
levantamiento de información de campo se solicitó permiso a
las autoridades de la Facultad de Odontología de la Universi-
dad Cuenca para el desarrollo de la investigación. La prepara-
ción de los investigadores para la aplicación de la encuesta fue
ejecutada y certificada por parte de profesionales especialistas
en transtornos temporomandibulares y psicología. Dentro del
aspecto bioético, el investigador demostró calidad humana,
capacidad técnica y científica, y seriedad, los resultados
obtenidos son confidenciales y únicamente fueron utilizados
para fines investigativos. El cálculo para el tamaño de la mues-
tra fue para poblaciones infinitas con una probabilidad de
éxito del 25%, nivel de confianza del 95% y un error muestral
del 3%, con ello el tamaño fue de 321 encuestas, para evitar
sesgo de información, la encuesta tenía preguntas filtro, que el
caso de identificar un paciente que no cumple con los criterios
de inclusión, no se aplicaba la encuesta. Los datos precodifica-
dos fueron introducidos en el software estadístico SPSS
versión 22 donde se realizó el correspondiente análisis.
Especificación Funcional del Modelo.
A través de un modelo regresión múltiple
19
se desea determi-
nar el impacto de la intensidad del dolor miofascial en función
de las variables, sexo, edad y nivel de estrés, como se indica en
la ecuación (1).
Y = β0 + β1X1 + β2X2 + β3X3 + β4X4 + β5X5 +
β6X6 + β7X7 + β8X8 + µ (1)
En la ecuación (1) Y es la variable explicada de la regresión
lineal múltiple que busca medir el impacto en el nivel del dolor
miofascial según escala (EVA).
Las variables explicativas son las siguientes:
β0: Es el intercepto;
X1: Es una variable de respuesta binaria (dummy), que indica
el sexo del paciente investigado, tomando como categoría base
el sexo femenino, es decir esta variable medirá el cambio de la
intensidad del dolor miofascial de sexo masculino en relación
al nivel de dolor de los pacientes de sexo femenino
X1 = 0 Mujer ; 1 Hombre
X2: Es una variable numérica que da cuenta de la edad de los
pacientes investigados.
X3: Es una variable numérica que da cuenta del nivel de estrés
de la paciente tomada de la escala de Hamilton
X4,X5,X6 Y X7: Son variables de respuesta binaria (dummy)
que da cuenta del cambio de dolor miofascial con clasificación
de dolor de mialgia, mialgia local, dolor miofascial referido,
artralgia, ausencia de dolor; cada una de ellas en relación a la
clasificación de dolor miofascial con propagación tomada
como categoría base
X4 = 0 Dolor miofascial con propagación ; 1 Mialgia
X5 = 0 Dolor miofascial con propagación ; 1 Mialgia local
X6 = 0 Dolor miofascial con propagación ; 1 Dolor miofascial referido
X7 = 0 Dolor miofascial con propagación ; 1 Artralgia
X8 = 0 Dolor miofascial con propagación ; 1 Ausencia de dolor
RESULTADOS
Los resultados revelaron que el 45,5% de pacientes investi-
gados presentaron prevalencia de dolor miofascial, o sínto-
mas de dolor en los músculos adyacentes, y/o limitación de
apertura; en relación al tipo de sexo, el porcentaje de casos
con diagnóstico clínico de presencia de dolor miofascial
fue para hombres del 47,06% y del 44,92% para mujeres.
(Tabla 1)
Wahlund et al, (2008), en su investigación para determinar
la prevalencia de dolor miofascial en adolescentes, aplica-
ron el test RDC/TMD encontrando un 90% de pacientes
con molestia de dolor con una muestra de 93 mujeres y 29
hombres.
20
Relacionando con esta investigación se puede
deducir que hay una similitud en cuanto a sexo, ya que los
resultados demuestran que hay mayor prevalencia en muje-
res y en edades adultas pero un bajo porcentaje en pacientes
adolescentes. Branco et al, (2008), en su estudio en el que
aplica el RDC/TMD para el diagnóstico de TTM, determi-
naron que la mayoría de los pacientes recibieron un
diagnóstico para el dolor representado un 40,7%, de una
muestra de 182 pacientes siendo 166 mujeres y 16
hombres, con edades que van desde los 18 hasta los 76
años.
24
Por lo que se demuestra con los resultados de este
estudio que el dolor miofascial puede desencadenarse tanto
en pacientes jóvenes como en adultos mayores.
Ferreira et al, (2014), determinaron la prevalencia del dolor
miofascial en una muestra de 201 personas (146 mujeres y
55 hombres), en edades entre los 17 y 34 años de edad, de
acuerdo al diagnóstico obtenido por la aplicación del test
RDC/TMD, un 18,4% (30 mujeres y 7 hombres) pertene-
cieron al grupo de dolor miofascial, Se asoció al dolor
miofascial con el apretamiento dental en un 42,3% y con el
bruxismo un 12,9%.
25
Sin embargo, Özkan et al, (2011), en
su investigación para relacionar los TTM con el dolor de
cabeza, determinó una prevalencia de dolor miofascial del
13% en una muestra de 40 pacientes (36 mujeres y 4
hombres) y una asociación de degeneraciones internas de la
articulación temporomandibular con dolor muscular facial
con un porcentaje del 41.6%.
26
Hay una discrepancia en
cuanto a la prevalencia del dolor miofascial con estos dos
estudios, pues el porcentaje demostrado en esta investiga-
ción es alta. Se puede deducir que un nivel de estrés leve
puede desencadenar dolor miofascial y esto parece ser
bastante común en la muestra estudiada, así como también
se presenta con mayor frecuencia en mujeres de edad adulta
joven (20 – 39 años).
También se puede afirmar que la probabilidad de desenca-
denar dolor miofascial por estrés nos ha dado un porcentaje
del 81,5%, siendo mayor en mujeres con un promedio de
72,6% en edad adulta (87%) para el total de la muestra
aproximadamente. No fue posible comparar estos resulta-
dos con otros estudios realizados en Ecuador, debido a que
no se han hecho estudios de este tipo en el País. Sin embar-
go, estas tasas de prevalencia son comparables con otros
estudios realizados. Nadendla et al, (2014), en una muestra
de 20 pacientes demostraron mayor concentración de
cortisol en la saliva de personas con estrés que presentaban
dolor miofascial en donde el 17,0 ± 2,9 ng/ml de cortisol
fue mayor en pacientes con dolor miofascial, y valor P de
0.000 y los niveles de estrés en pacientes con dolor miofas-
cial fue de 25,9 ± 4.4 con valor P <0.001.
5
Otro estudio que
evaluó a 39 pacientes, el 69% experimentó estrés, especial-
mente aquellas que trabajan y estudian, a la vez demostra-
ron cambios en los niveles de cortisol en la saliva.
27
Schmitter et al, (2010), en pacientes con dolor miofascial
demostraron que los niveles de estrés oscilan entre 39.85
ng/ml y 51,71 ng/ml y observó una gran diferencia en
mujeres que reportaban estrés por aislamiento social (50,13
ng/ml) según prueba ANOVA demostraron una diferencia
significativa (p=0,020).
21
Otro estudio con un total de 95
pacientes con una edad media de 40 años de acuerdo con
los criterios de diagnóstico DC/TMD se estableció para el
dolor miofascial un promedio de 31,9% siendo mayor para
personas con estrés severo. De Freitas et al, (2013), utiliza-
ron EVA para autoreporte de dolor por parte del paciente en
la aplicación de tratamientos para dolor miofascial.
28
Otro
estudio determinó la frecuencia del dolor miofascial en la
edad y sexo, dando como resultado una edad media de 51,2
± 16,4 años y el 75% para mujeres. En cuanto a la intensi-
dad del dolor habitual mediante EVA arrojó un promedio de
8,35 unidades.
29
Vedolin et al, 2009, aplicaron el test RDC/TMD, para deter-
minar el nivel de estrés y dolor, comprobaron que los
valores EVA fueron altos cuando los pacientes se encontra-
ban en situaciones de estrés relacionados con el tiempo de
valoraciones académicas universitarias. Para el estrés
presentó un 62,1% con estrés leve-moderado y el dolor con
un promedio de 5 a 7 puntos en EVA.
30
Otro estudio
demostró que las mujeres presentan con mayor frecuencia
dolor en promedio de 17% versus 6% en hombres. Para la
aplicación de EVA en este estudio los niveles de dolor
apuntaron a valores bajos siendo un promedio del 41% para
un dolor moderado correspondientes a 3 y 4 puntos en la
escala respectivamente.
31
En un estudio realizado por Boggero, 2016, demostró que
los pacientes reportan con mayor frecuencia el tipo de
mialgia local con una media de 24,25% seguido del dolor
miofascial con una media de 23,58%.
32
Esta investigación
corrobora hallazgos anteriormente expuestos en otras
investigaciones, la misma que nos permite tener una idea
general de la importancia que puede tener en el ambiente
clínico realizar un buen diagnóstico de los signos y sínto-
mas del dolor miofascial y lograr un adecuado y exitoso
tratamiento. La carencia de investigaciones y de conoci-
miento público relacionado a este tema ha impedido que se
pueda entender el alcance de los parámetros de esta condi-
ción de dolor. De esta investigación se desprende informa-
ción que puede ser de utilidad para todo profesional o
estudiante, con la finalidad de tener conocimiento de cómo
aqueja el dolor miofascial a las personas en la Ciudad de
Cuenca, pues muchos pacientes no tomaban importancia
hasta que luego de la aplicación de presión sobre los
músculos faciales, se daban cuenta de que tenían algún tipo
de trastorno o dolor articular y/o muscular. Es necesario
que se continúe investigando sobre el dolor miofascial en la
población para la validación de estos hallazgos.
CONCLUSIÓN
Esta investigación tuvo como objetivo principal determinar
la prevalencia de dolor miofascial en pacientes que buscan
atención odontológica en las Clínicas de la Facultad de
Odontología de la Universidad de Cuenca. La prevalencia
del dolor miofascial en los pacientes de la Facultad de
Odontología de la Universidad de Cuenca fue elevada, con
45,5%. El factor asociado más relevante para los trastornos
temporomandibulares en pacientes que acuden a las Clíni-
cas de la Facultad de Odontología de la Universidad de
Cuenca, fue el estrés. La asociación entre el factor edad con
los trastornos temporomandibulares demostró no ser
estadísticamente significativa. La relación entre el sexo y
los trastornos temporomandibulares no fue estadísticamen-
te significativa.
Contribución de los autores: Autor: Priscila Fernández
Landy. Participación en la concepción del estudio, redac-
ción del artículo y levantamiento de información, Co-autor:
Vicenta Rentería Guerrero y Omar Pinos Guillén. Partici-
pación en la redacción y revisión del estudio.
Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe
ningún conflicto de interés.
Financiamiento: autofinanciada
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Mediante la aplicación del test de Hamilton, el presente
estudio investigativo reveló que los niveles de estrés más
predominantes en pacientes que se diagnosticaron con
presencia de dolor van en escalas de nivel leve y moderado,
ambas suman el 63% de los casos. (Tabla 3)
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Los tipos de dolor miofascial más frecuentes observados en
pacientes investigados correspondieron a mialgia local con
el 34%, seguido de dolor miofascial propiamente dicho con
categoría moderada, con el 33%, asimismo el estudio da
cuenta que los pacientes que presentaron dolor, tuvieron
una media de 4,51/10 según la escala visual (EVA) de otro
lado, se evidencio que los pacientes que fueron diagnosti-
cados con dolor miofascial propagado y referido tuvieron
una media más alta de intensidad de dolor según escala
visual (EVA) respecto al resto de tipos de dolor diagnosti-
cados. (Figura 1)
Mediante la prueba ANOVA de una vía se pudo determinar
además que existe diferencia significativa, medido a través
de la escala visual (EVA) en las medias obtenidas por tipo
de clasificación de dolor, en el cual el valor de significancia
p al 5% fue menor a 0,05 con ello se aceptando la hipótesis
alternativa de no igualdad en las medias de cada una de
ellas.
Asimismo, al aplicar la prueba chi-cuadrado para determi-
nar la dependencia bilateral entre la edad del paciente y la
prevalencia de dolor miofascial, concluyendo mediante la
prueba Chi Cuadrado que no hay dependencia significativa
entre la edad del paciente y la presencia de dolor miofas-
cial. (Tabla 5)
DISCUSIÓN
La investigación tuvo como propósito identificar la preva-
lencia del dolor miofascial que influye en las actividades
diarias en pacientes mayores de 18 años y que acudieron a
la Clínica de la Facultad de Odontología de la Universidad
de Cuenca. Se pretendió identificar el tipo y la intensidad
del dolor miofascial y su relación con el nivel de estrés,
edad y sexo en que se presenta con mayor frecuencia. A
continuación, se discutirán los principales hallazgos. Se
puede concluir que en la categorización de los pacientes que
acuden a la clínica odontológica generalmente son personas
de sexo femenino (73,5%) en edades entre adultos jóvenes
de 20 a 39 años (49,5%) y adultos de 40 a 64 años (38,0%),
estos resultados son comparados con investigaciones
realizadas por Wahlund et al, (2008) con una muestra de 93
mujeres y 29 hombres.
20
Shmitter et al, (2010) realizaron la
investigación en una muestra aleatorizada de 150 pacientes
(104 de sexo femenino y 46 de sexo masculino).
21
Según los análisis que se han recolectado en este estudio se
puede determinar que hay una prevalencia significativa de
dolor miofascial con un 45,5%, el mismo que se puede
comparar con un estudio realizado por Pasinato et al,
(2011), en una muestra de 34 mujeres encontraron una
prevalencia de dolor miofascial sin restricción de apertura
bucal en personas con hiperlaxitud de un 81,82% y perso-
nas con dolor miofascial sin hiperlaxitud con un 58,33%.
22
Otro estudio en el que Tjakkes et al, (2010), utilizando el
test RDC/TMD en una población de 95 pacientes (90 muje-
res y 5 hombres) diagnosticó una prevalencia del 31,9%
para el grupo I correspondiente al grupo de dolor miofas-
cial, seguido por el grupo III con un 3,2% correspondiente
a artralgia y para el grupo II de desplazamiento discal un
44,4%.
3
Christidis et al, (2014), en su estudio aleatorizado,
multicéntrico controlado con 48 pacientes determinaron
una prevalencia de dolor miofascial del 64,58% en los que
aplicaron tratamiento con férulas prefabricadas y férulas de
estabilización.
23
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32. Boggero IA, Ramirez MR, Leeuw Rd, Carlson CR.
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Doi: 10.11607/ofph.1526
Recibido: 24 junio 2022
Aceptado: 26 agosto 2022
Tabla 2. Presencia de dolor miofascial por rangos de edad y tipo de sexo
Por rangos de edad la prevalencia de dolor miofascial en el
sexo femenino es más frecuente en edades de los 30 a 40
años, en el caso de los hombres este trastorno se evidenció
más en edades de los 19 a 29 años. (Tabla 2)
Elaborado por Priscila Fernández L.
Fuente. Formularios de Investigación
Tabla 4. Relación de dependencia bilateral entre dolor miofascial
y nivel de estrés.
Figura 1. Media del nivel de intensidad de dolor miofascial según
tipo de dolor diagnosticado.
Mediante la prueba de Chi Cuadrado se evidencia que
existe una correlación positiva de dependencia bilateral
entre la presencia de dolor en los pacientes con el nivel de
estrés que estos tienen, en el cual el nivel de significancia p
valué al 5% fue menor a 0,05 con ello se aceptó la hipótesis
alternativa del investigador. (Tabla 4)
El modelo econométrico da cuenta que las variables edad,
sexo, estrés y tipo de dolor diagnosticado clínicamente
explican en un 79,5% el nivel de intensidad de dolor
miofascial según escala visual (EVA), indicador obtenido
del R2 de la bondad de ajuste del modelo, de otro lado, se
explica que por el hecho de ser hombre el nivel de intensi-
dad disminuye el dolor en 0,23 veces en relación a las
mujeres, que en incremento de un año en la edad de un
paciente no explica que el nivel de dolor aumente en los
pacientes, asimismo de acuerdo al test de Hamilton se
evidencia estadísticamente que el estrés si es un factor que
puede aumentar al nivel de dolor de un paciente, de lo cual
si el nivel de acuerdo a esta escala sube en una unidad
provocará que el nivel de dolor aumente en 0,04 veces más,
se evidencia además que si al paciente se diagnostica con
mialgia local, mialgia y artralgia, cada uno de ellos tendrán
un nivel de dolor de -1,61; -0,89; -2,71 veces menos que
aquellos pacientes diagnosticados con dolor miofascial
propagado, en contraste un paciente con diagnóstico de
dolor miofascial referido, tendrá en efecto un mayor nivel
de dolor de 0,312 veces más que los pacientes diagnostica-
dos con dolor miofascial propagado. Finalmente, un
paciente que no presente un diagnóstico de dolor tendrá
alrededor de -4,89 veces menor nivel de dolor en compara-
ción con pacientes con diagnóstico de dolor miofascial
propagado. (Tabla 6)